Aquel día en Barcelona en el que toqué el cielo por sexta vez.

Ayer vi de nuevo el partido en la tele, y volvimos a ganar otra vez 2-0.

No, nada ha sido un sueño, pues estos años son de los más lindos de la historia de mi Club, y me siento muy afortunado de que nadie me lo tenga que contar.

Una vez que he descansado del viaje y de la celebración, porque todas las gestas hay que celebrarlas como merecen, me he puesto a ordenar fotos y recuerdos de "Aquel día en Barcelona en el que toqué el cielo por sexta vez".

Me gustaría tocar algunos temas de la actualidad de mi equipo, pero una vez escrito que otra vez somos ¡¡CAMPEONES!! y que en la celebración me que quedé Sin palabras... no me apetece pasar de nuevo a la actualidad del Sevilla FC sin antes dejar aquí reflejado las vivencias personales de ese inolvidable 19 de mayo en el Nou Camp.

Llegamos el día anterior con destino Girona, donde la familia de mi suegra nos acogió con los brazos abiertos.

En la foto que abre el post aparezco con mi cuñado Emilio y mi hermano Paco, porque la guapa del cuarteto era la que hizo la foto: María, mi mujer, que para este día tan especial decidió llevarse la camiseta de Perotti de mi hijo Alejandro:

Como ya he escrito varias veces en el blog, mi mujer es nieta de Ismael Rubio, jugador de nuestro Sevilla FC desde 1915 a 1924 y al cual como sabéis le tengo dedicado un apartado especial en Latidos de Nervión.

Pues bien, el pasado miércoles en Barcelona fueron cuatro los nietos de Ismael Rubio que vieron como el mejor equipo del sur de España se proclamaba de nuevo campeón de España: Ismael, María, Fernando y Eduardo.

El día me deparó muchas charlas y encuentros.

Desde Súper Paco, el primer portero que le recuerdo a mi equipo cuando mi padre me empezó a llevar al Ramón Sánchez Pizjuán:

Hasta una de las perlas más importante de nuestra cantera, y que dentro de poco hará un año que la vi proclamarse campeón de España de juveniles con nuestra camiseta. Era toda una premonición de un día redondo el encontrarme con Luís Alberto:

Muchos amigos y conocidos entre los miles y miles de Sevillistas que nos encontrábamos en Barcelona.

Entre ellos dos que gracias al Debate del Sevillismo he tenido la oportunidad de conocer: Ángel (todo un señor y gran Sevillista) y Javier Garrido (compañero en la mesa del programa de los lunes):

Y hablando de compañeros, allí estaba Nacho "el cámara" tan magnífico profesional como persona y Sevillista. Aún tenía grabado en mi retina como lo vi correr por la banda en Almería, cámara en mano pero saltando de alegría, cuando Rodri nos daba la cuarta plaza de la liga en el tiempo de descuento:

Claro que no todo iba a ser encuentros con compañeros que son buenas personas, también me encontré con el impresentable de Ricardo Pérez que de manera tan vergonzosa junto a David Vasco (a este me lo encontré en el descanso del partido en los vomitorios del Nou Cam) presentan el peor programa, con diferencia, de SFC-Televisión: "Todos al Diván".

Pero bueno, afortunadamente fueron mas los encuentros que merecieron la pena (es bromaaaa...).

Pude saludar al presi, a Vizcaíno, a Luís Cuervas, a Eva la flamenca, a las hermanas Albendín, a los pasteleros de Brenes, a Jesús Alvarado, a Cabrera y a Javi Nemo con los que incluso intervenimos en directo en la radio para describir el increíble ambiente de Sevillismo que allí se respiraba y también saludar a la familia que en esta ocasión no pudieron acompañarnos hasta Barcelona, y a otros muchos amigos.

Quiero destacar a los muchos de Sevillistas que no conocía y que se acercaron a saludarme porque me ven en la tele o me leen en el periódico o en este blog.

Y quiero especialmente tener un recuerdo para este hombre de la siguiente fotografía, disculpa que no recuerde el nombre, que me contó una anécdota que me caló muchísimo. Desde aquí te doy las gracias por ser un lector diario de este blog, como me dijiste: lo segundo que lees todas las mañanas después de levantarte.

Imagino, bueno no lo imagino, me consta, que hay otros Sevillistas que no me pueden ni ver. Pero con estos no me tropecé, o me vieron y pasaron de decirme nada. Claro, para esos están los foros...

Bueno, no me despisto, vamos a lo que vamos.

Uno de los momentos más emocionantes fue la arenga del presi en la Zona de los Sevillistas y que ya he colgué en los post anteriores refiriéndome a ella como el comenzar a ganar la final. Pero si allí se encargó el presi, en este otro momento de la siguiente fotografía se encargó la afición, pues recibimos al autobús de nuestros jugadores como sólo nosotros sabemos hacerlo. El jugador que vaya montado en ese autobús y no le hierva la sangre es que tiene horchata en las venas:

Una vez transmitido a los nuestros la importancia, el deseo y nuestra ilusión por volver a ser campeones... llegaba la hora de la verdad.

Es curioso, pero desde que conocí a mi mujer siempre hemos deseado ir al Nou Camp. Hemos tenido la oportunidad de hacerlo en un par de ocasiones, pero por una cosa o por otra al final nunca lo hicimos.

Estaba escrito, la primera ocasión tenía que ser para algo muy especial:

Por fuera la verdad es que nos había decepcionado un poco, no veíamos esa grandeza que le presuponíamos, pero por dentro era espectacular.

Tras ver las últimas seis finales... coincidía con mi hermano Paco que este escenario era el más hermoso de todos en los que habíamos jugado:

Y ocupamos nuestros asientos en la segunda gradería del Nou Camp.

Estos son mis compañeros de aquel día inolvidable en el que toqué el cielo por sexta vez. De derecha a izquierda: mi hermano Paco, mi mujer María, la prima de mi mujer Carla y su madre Montse (dos culés que hicieron de magníficas anfitrionas) y mi cuñado Emilio.

La grada Sevillista iba tomando cuerpo, había que empezar ganando esta final.

Era otra de las premoniciones del día. Fuimos los primeros en entrar, los primeros en cantar, en animar... y los primeros en darle colorido a esas gradas del Nou Camp:

En los minutos previos la tensión crecía tanto en la grada como abajo en el césped por parte de otros Sevillistas que guardando la compostura lo vivía con la misma intensidad que nosotros.

Todos expectantes y deseando de que todo por fin comenzase de una vez:

Y cuando el Sevilla FC salta al campo la belleza se apodera del graderío del gol Norte del Nou Camp.

Auténtico baño de Sevillismo en estado puro:

Repito lo que ya escribí en el post tras el partido, por muchos motivos esta final para mí ha sido la que mas se ha parecido a aquella primera de Eindhoven.

Luego vino el partido.

Y ganó el más GRANDE porque fuimos mejores tanto en la hierba como en la grada.

Pero esto ya ha quedado escrito en otros post, este queda reservado para las vivencias personales que allí viví con los míos y que no podré olvidar en el resto de mi vida.

Esos jugadores que se entregaron al máximo para darle a nuestro Sevilla FC su quinto campeonato de España, y que horas antes fueron elevados al cielo en ese autobús, habían elevado ahora al cielo a los 35.000 Sevillistas que nos habíamos desplazado hasta Barcelona.

Al final también pude compartir esta alegría con mi amigo Pepe "el paleta", otro gran Sevillista que no entiende la vida sin nuestro Sevilla FC. Amigo, Sevillista y gran persona.

No sabes Pepe la alegría que me dio poder darte ese abrazo en Barcelona.

En ese inolvidable 19 de mayo todo fue intenso (hasta el paseo interminable, que por culpa de un indeseable taxista que nos dejó en la "boca del lobo", tuvimos que hacer mi mujer yo por delante de miles de aficionados Atléticos).

Pero todo valió la pena.

Barcelona es una ciudad preciosa, el Nou Camp es impresionante... y la afición del Sevilla FC es la mejor del mundo sin lugar a duda alguna (como dice alguien que yo conozco).

Aquel día en Barcelona volví a tocar el cielo por sexta vez, tuve la suerte de poder compartirlo con mi mujer, y nadie podría haber escrito un sueño mas lindo para unos satisfechos y felices CAMPEONES.