Hace ya casi cinco años que tuve la suerte de vivir un imborrable Momento Mágico en el Ramón Sánchez Pizjuán que me acompañará toda mi vida.
Tal vez porque ese Momento Mágico no fue buscado sino encontrado, tal vez porque ese día no estaba en mi guión que sucediese lo que sucedió en aquellos 15 ó 20 minutos.
Por aquel entonces este que escribe aún no había tenido la suerte de verle a su equipo levantar ningún título, pero eso no era ningún impedimento para que le agradeciese a los míos que hubiesen puesto en mi cuna el mejor sentimiento del mundo.
Recuerdo que aquel Momento Mágico fue para mi tan especial, que decidí escribir esas sensaciones vividas en mi Estadio:
Ocurrió un lunes al termino del programa “La Tertulia”, Josemi tenía trabajo y a diferencia de otros días me disponía a salir sólo del Ramón Sánchez Pizjuán, pero antes de irme volví la vista a unos de sus vomitorios. Parecía como si me llamase, como si me dijera que no me fuese aún, parecía que me tendía su mano para que me quedase un ratito más con él.
Siempre suele estar algún operario en el estadio, pero ese día no había nadie, ese día estaba sólo para mí.
Busqué primero la grada de preferencia, aquella butaca (anteriormente bancos de hierro), donde mi padre me llevó por primera vez y me presentó a “Mi Bombonera”. Traté de situarme en ese sitio exacto de hace unos treinta años. Observé todos los asientos vacíos y recorrí con la mirada todos esos lugares desde donde tuve la suerte de presenciar muchos años de fútbol de mi equipo.
Nunca había oído el silencio del Pizjuán, siempre había alguna banda sonora para un momento determinado, pero ese día la mudez se hizo absoluta para que el recuerdo de esas imagines que se iban agolpando en mi memoria, vinieran acompañadas del sonido original de aquellos momentos vividos.
Recordé entonces como vibraba esas gradas ante los dibujos que hacía en el césped Daniel Ricardo Bertoni, como “los Biris” con su “psss, psss, que viene, que viene” le ponían música a los lanzamientos de faltas de Hector Horacio Scotta, me acordé del arte y la filigrana de Enrique Montero, disfruté reviviendo aquellos trazos y tiralíneas que tomaba un balón cuando lo golpeaba la bota mágica don Francisco López Alfaro…
Recordé un marcador rojo a ras del césped, el marcador simultáneo Dardo, las vallas por las que trepaba Morete tras la consecución de un gol... aquellas barras de hierro de color blanco en las gradas de Nervión donde me subían de pequeño para que así pudiese ver mejor a mis ídolos.
Vinieron a mi memoria muchos cánticos, ovaciones cerradas y, por qué no decirlo, también alguna que otra decepción.
Pensé en los miles de Sevillistas que visitan el Pizjuán y de su mala suerte por no disfrutar de ese momento que estaba viviendo yo al poder disfrutar a solas con “Mi Estadio”.
Imaginé a otros miles de Sevillistas que me antecedieron y de lo que tuvieron que sentir en aquellos años de triunfo, años de títulos en blanco y negro sí, pero títulos que hacen que el Sevilla Fútbol Club sea el equipo más laureado del sur de España desde hace mucho tiempo.
Sentí cierta envidia de aquella época, ¡cuanto hubiese dado por ver a mi equipo ser campeón...!
Pero mi Bombonera de Nervión me consolaba recordándome el color carmesí de su mosaico centenario en aquel partido frente al Alavés, los colores de esos fabulosos tifos presenciados gracias a los inigualables Biris…Todas esas cosas que aquellos Sevillistas de antaño no tuvieron oportunidad de presenciar.
Ese Momento Mágico que me regaló el Ramón Sánchez Pizjuán al cogerme de la mano para que no me fuese y me quedase un ratito a solas con él, hace que me acuerde de aquella mano que me llevó en tantas ocasiones a ver a mi equipo en mis primeros años de carnet, esa mano de mi tío Antonio Mateos, mano de la que no pienso soltarme nunca, porque entre otras cosas, contribuyó a que este que escribe se sienta orgulloso del título futbolístico más grande que se pueda tener: SER SEVILLISTA.
Y ayer me acordé de ello porque la vida me hizo otro regalo, tuve la gran suerte de que "El Debate del Sevillismo" de SFC-Televisión se hiciese en el césped del Ramón Sánchez Pizjuán.
Allí estaba de nuevo con mi amigo Josemi, esta vez en la televisión, hablando de fútbol por fuera... y sintiendo otras muchas cosas por dentro.
Cosas mías, cosas personales, cosas que como seguramente no les interesaba a nadie me guardé para mi, pero... cosas que igualmente no podré olvidar en mi vida. Que listo y que tacto tienes amigo Josemi para eso de "el sentido y la sensibilidad". Vaya tela como sabes tocar la fibra...
Ahora ya se lo que es ganar títulos. Lo se, e incluso lo he vivido como jamás lo había soñado en el mejor de mis sueños. Es algo tan lindo que por supuesto quieres más y por eso pienso todos los días uno que nos espera en Barcelona.
Y a pesar de que en muchas ocasiones sea exigente con mi equipo, de que le pida corregir errores para siempre mejorar... jamás podré olvidar lo mucho y bueno que me ha dado mi Sevilla FC en la vida.
Porque no sólo me ha dado goles, victorias y títulos. Sino que me ha regalado sensaciones y sentimientos, latidos que en su día le puse apellido y que hacen que mi vida sea implanteable sin la existencia de mi equipo.
Y es que mi Sevilla FC me ha dado tanto... que incluso en lo personal me ha dado amor.
Esta vez no estaba sólo en el Ramón Sánchez Pizjuán, estaba con gente querida compartiendo sensaciones únicas, pero ayer mi Sevilla FC volvió a obsequiarme con otro regalo de esos inolvidables...
Otro Momento Mágico.
Imagino Nacho lo que tuviste que disfrutar ayer, envidia sana sentí desde casa porque el marco era inigualable para cualquier sevillista. Yo también tuve la suerte de ver jugar a Montero, a Scota, a Bertoni, a Francisco y a otros muchos. Un saludo.
ResponderEliminarRafael Ramos.
Has descrito perfectamente aquellos gloriosos años en los que el sevillismo no dependía de títulos, sino de puro sentimiento.
ResponderEliminarEn esa época, yo apenas era un niño, pero tuve la suerte de pertenecer a los Biris, en los dorados años en que no éramos más de cien. Eran los tiempos de Colombo, de Paco el pelucas, del de la corneta, de los tambores rocieros...
En fin, una época que me marcó como sevillista, y que con tu brillante comentario, has hecho que se abra la agridulce puerta de la nostalgia.
Que bonito el articulo que escribiste años atrás y espectacular el post de hoy.
ResponderEliminarAyyyyyyyyy, que te comoooooooo!!!!!.
Vamos sevilla que solo cuatro partidos, vamos a ponerle eso que canta los biris.Vamossssssssssssssss!!!!!!!!.
Gracias a ti hermano por estar siempre ahí, por esa fidelidad, por demostrar en su máxima extensión la palabra AMIGO.
ResponderEliminarSabes que la admiración es mutua, que siempre me tendrás ahí como me has tenido desde ese día apenas conocernos cuando me robaste el corazón, este que es tuyo, este que gentilmente te ha entregado la familia Muñoz, tu otra familia.
Sabes llegar al alma, a lo más profundo y ahí estarás siempre con nosotros porque haces lo normal especial y lo especial, distinto, diferente.
Gracias hermano
José Miguel Muñoz
ACABAS DE TRASLADARME A UN PASADO QUE RECUERDO CON UNA GRAN AÑORANZA PUES LOS AÑOS NO PERDONAN Y PASO YA DEL MEDIO SIGLO. QUE BUENOS AÑOS AQUELLOS DE MI JUVENTUD.
ResponderEliminarUN BIRI RETIRADO.
SERGIOM. muy bonito y todas esas cosas pero para los que tenemos la desgracia de no poder ver sfctv y tenemos que seguir el debate por radio ayer fue un mal dia se metia el poco aire que corria por los microfonos y era un coñazo pero aun asi tuvo que ser como diria nuestro gran CAPARROS de mamazo.felicidades
ResponderEliminarEnhorabuena por el conmovedor artículo. Ha sido como un viaje en el tiempo, cuando mi padre me llevaba de la mano junto a mi tio, en mi primera temporada como socio del Sevilla F.C., recién aterrizado Daniel Ricardo Bertoni.Para mi, era ,y es un acontecimiento ir al Sánchez-Pizjuán.
ResponderEliminarSin duda el orgullo más grande, que personalmente uno puede tener, es el de ser sevillista.
Un cordial saludo sevillista
¡Estos post son los que me gustan!
ResponderEliminarVeo que no soy la única que tengo nostalgia de aquellos tiempos, si digo lo que pienso de antes y ahora diriais que estoy loca, pues no, estoy muy cuerda.He vivido y disfrutado los titulos a tope como todos, pero mi sevillismo no depende de títulos, ya que si de ellos dependiera mi amor a unos colores
sería del equipo de mi tierra que el año pasado los ganó todos y ni siquiera es mi segundo equipo. Es un orgullo para mi decir YO SOY SEVILLISTA.
Acabo de leer que esta tarde en el homenaje a Antonio Puerta ha sido invitado aquel que se fué por la puerta atrás, que pena traidor que el tiempo que estuviste aquí no se te pegara nada de la clase de este Sevillafc, que pobre eres solo tienes dinero.
MARIAMP
Nacho me has emocionado porque mi hiciste con tu artículo mirar hacia atrás, yo también tuve una mano que me llevó al fútbol y que ahora está en el tercer anillo. Felicidades por lo que te acabo de leer y me alegro mucho que disfrutases ayer del momento que pude presenciar por fin con calidad tdt desde mi casa.
ResponderEliminarNo pude asistir al estadio pero seguí parte del programa por tv, quiero felicitarte Nacho por tus intervenciones, pero hay algunos tertulianos que son auténticos cascarones de huevos, no aportan nada de nada.
ResponderEliminarCuando yo empecé a ir al Schez Pizjuán jugaban en el centro del campo Jaén Lora y mi idolo Julián Rubio(cuando lo vendimos al Barsa hasta lloré),yo tenía mi equipación blanca de tela con mi número 10 a la espalda y mi escudo del Sevilla puesto con 3 broches,y cuando el tiempo era bueno me la ponía y con mi padre "pal bar las lilas",también recuerdo la vuelta de Paco Gallego("la vieja" le decían los amigos de mi padre cariñosamente),aun conservo el carné de socio de aquella época era Infantil y me acuerdo que había que ir para renovarlko a la famosa c/ Harina,donde se encontraban las oficinas del club y te daban un cartoncillo por la renovación que había que ponerlo en el margen izquierdo del carné.Lo que si recuerdo era que ganarle al eterno rival para mi era como ganar hoy día la Champions,no se me escapaba ni uno en el colegio,ni en mi barrio.Un gol que guardo en mi memoria fué el del Currili Sanjosé al Betis un Domingo de Ramos a las 12 de la mañana.Por eso digo,aunque muchas veces me mosquee que si no lo queremos nosostros,¿quién lo va a querer?.Un saludo.
ResponderEliminarPD:Hoy se cumple 4 años del gol de Puerta al Shalke,y en la Cdad deportiva descubren una estatua de él a las siete de la tarde con toda la CANTERA acompañando dicho evento.
Yo tengo que ser de tu epoca puesto que me suena todo lo que cuentas en este magnifico articulo. No habiamos ganado nada pero todo eso que cuentas lo vivimos con satisfacción y hasta viendo futbol de muchos kilates.
ResponderEliminarPedro López Olmo.
Aunque el Sánchez Pizjuán esté vacío, se debe notar esa ráfaga de aire que dejaron aquellos jugadores saltando al césped y que te pone los vellos de punta, es un silencio atronador, imágenes que toman cuerpo, murmullos y conversaciones, las voces de los jugadores en el campo y en otras la grada a rebosar, es algo impresionante, no dejes de vivirlo Nacho.
ResponderEliminarYa te había leído anteriormente ese texto que refleja muy bien el sentimiento de los sevillistas cuando está en nuestro santuario, máxime cuando estás solo en él. Enhorabuena, Nacho.
ResponderEliminarMucha vieja guardia aparece por aquí. Y además es lógico, si la carretera de Utrera forma a los jugadores del futuro, la grada baja de gol norte forma a la fiel infantería. Y es que es difícil encontrar socios de menos de 40 años que no recuerden haberse clavado alguna de las barandas que existían en dicha grada, empujados o empujando en alguna celebración de algún gol que algún jugador vestido de blanco marcó en alguna de aquellas benditas tardes de domingo, o sábado por la noche, en nuestro Mágico Nervión.
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