UN DAÑO IRREPARABLE

A raíz de lo ocurrido el pasado viernes en la Sala de Prensa del Ramón Sánchez Pizjuán (a lo cua dediqué el anterior post: RESPETO), un amigo me hace llegar un escrito para que lo publique aquí en Latidos de Nervión si lo considero oportuno.

Por supuesto que lo considero oportuno, porque ya sabéis lo que pienso sobre 1890, y porque yo también pienso que el daño sería irreparable...

UN DAÑO IRREPARABLE

Por Goal Keeper

Es mucho lo que se está hablando estos días sobre la cuestión de los orígenes del Sevilla FC en 1890, en especial a raíz de que se le preguntase directamente al presidente del Sevilla FC sobre esta cuestión, y su respuesta quizás vacía de un contenido real.

Mención aparte de lo que se ha entendido como un atentado a la libertad de expresión, coartando a la persona enviada y acreditada de Number1Sport para que no hiciese más preguntas sobre el tema, cuestión esta que necesitaría de un análisis  mayor, ya que para eso están los periodistas, es decir, para preguntar cuanto les venga en gana sobre las cuestiones que crean conveniente en una rueda de prensa.

Otro aspecto será que el presidente sevillista, en el uso de su libertad y de su derecho igualmente, responda a lo que crea conveniente, incluso el no hacerlo, pues la ley le ampara de la misma forma. Por lo tanto la imagen que se ha dado no corresponde con una institución tricampeona europea. Mucho que mejorar todavía en este aspecto.

Pero el asunto importante, la raíz de todo esto son los orígenes sevillistas.

Sobre esta cuestión decir lo que ya se ha dicho hasta la saciedad, y esto no es nada más y nada menos que la pelota está ya en el tejado de la institución. No hay ninguna duda a nivel académico, histórico, periodístico, jurídico y antropológico, ni tampoco del aval de las instancias nacionales o internacionales con capacidad para discernir la veracidad de los datos que se han dado a conocer, unos públicos y otros aún no, por lo tanto la cuestión no es la veracidad, sino la disponibilidad por las razones que sean que el Consejo de administración y algunos de sus asesores (estos últimos muy decisivos)  quieran aplicar.

Desde luego las cuestiones históricas no pueden discutirlas, o al menos no sin hacer demasiado el ridículo. Esto es como si un historiador de la institución se atreviese y osase analizar las cuentas y presupuestos que presenta con maestría Juan Luis Villanueva, consejero económico del Sevilla FC.

Pues al revés, igual, sería una desfachatez ver a Villanueva discutir de historia sobre los orígenes sevillistas, por muy ducho que estuviese en la materia.

Pero la decisión tiene un calado que sobrepasa la propia actualidad, o incluso la conveniencia de anunciarlo oficialmente -o no- por  las razones que sean y que desconocemos.

Si el origen del Sevilla FC se sitúa de forma indiscutible en 1890, en algún momento alguien tendrá que anunciarlo oficialmente, no sabemos cuándo en realidad. Ello es algo que no debe preocuparnos pues será cuando deba ser, pero el problema pasa a situarse de facto en el próximo 25 de enero del año que viene,  a seis meses en realidad, cuando se cumplen los 125 años de la fundación sevillista.

Si a día de hoy se sabe -y desde hace varios años- que la fecha fundacional debe atrasarse 15 años en el tiempo, y el Consejo de administración -con su presidente a la cabeza- decidiesen obviar esta contundente realidad, habrían desposeído a generaciones futuras del sevillismo de la celebración histórica de un hecho fundamental en la historia de un club como es su nacimiento, máxime como el de la categoría y relevancia del Sevilla FC.  

Para que nos hagamos una idea, esto sería  como si el presidente y el consejo de administración sevillista de dentro de 125 años negase y obviase que a día de hoy, hace dos meses,  ganamos una copa europea ¿Es que quizás no está demostrado que la ganamos? ¿No sería injusto que Pepe Castro no fuese reconocido históricamente con ese logro por los directivos de ese momento futuro? ¿Es que acaso Castro no subió a aquel escenario en los Giardini reali, y no se le quebró la voz cuando gritó “Viva el Sevilla FC”? ¿No es quizás un episodio glorioso de nuestra historia ya?

Muy negligente tendría que ser ese consejo de administración futuro sevillista para no reconocer un apartado de la historia tan importante como nuestra tercera copa de la UEFA.

Pues esa es la injusticia que estamos cometiendo con alevosía con Edward Farquharson Johnston, toda su directiva y todos aquellos pioneros que pusieron en marcha este club, este mismo que ganó hace poco ese título europeo y que nos llena de orgullo a todos. Esta es la injusticia que podría perpetrar este Consejo de administración y algunos asesores, y que la historia no dejará de retratarlos hagan lo que hagan, sea a favor o en contra.

Aviso para los muy pocos que dicen que esto de 1890 es una tontería, porque perfectamente sujetos de generaciones posteriores podrían decir lo mismo sobre nuestros logros actuales, esos que tanto han disfrutado. A ver cómo les sienta.

Los historiadores no hacen funcionar la historia, tan solo son testigos y notarios de ella, y la escriben para el conocimiento general. Como suele decirse, la Historia se mueve y se regenera en su conocimiento más profundo por el revisionismo, si no fuese así aún seguiríamos siendo esos “fascistas”, clasistas y señoritos sevillistas opresores de las clases obreras y populares. Se han descubierto nuestros orígenes y hay que aceptarlo. Bendita aceptación.

El grupo de historiadores ya entregó a la institución la investigación completa hace ya año y medio. Tiempo han tenido para discernir sobre ello, el consejo anterior y este que es prácticamente el mismo.

1890 es imparable e inexorablemente terminará siendo la gloriosa fecha que con orgullo llevarán los sevillistas. Antes o después.

El daño institucional y al sevillismo será irreparable si el club no celebra su 125 aniversario.