Los sistemas en el fútbol.

Mucho se habla de los diferentes sistemas que se utilizan en el mundo de fútbol.

Sin ir más lejos, ese debate se ha tenido en el Sevilla FC durante los últimos años. ¿Uno o dos delanteros?, ¿quién hace mejor la mediapunta un centrocampista con llegada o un delantero que retrase su posición, ¿se fortalece el centro del campo con el famoso tribote...?

Este fin de semana, que la primera división se ha parado por los partidos de la selección nacional, es un buen momento para hablar de los distintos sistemas futbolísticos. Que entre una cosa y otra, muchas veces nos olvidamos de hablar de fútbol.

4-4-2:

Digamos que es el sistema más clásico, el que ofrece una mejor disposición de las piezas a lo ancho del terreno de juego. La distribución racional comienza en cuatro defensas que marcan en zona a los delanteros rivales, continúa en los mediocampistas (situados bien en línea, bien en rombo) y termina en dos delanteros, cuyo estilo de juego depende de sus características. Por ejemplo, este sistema arrasó en su día al ser el utilizado por Sacchi en el Milan.

5-3-2:

Sistema de claro carácter defensivo cuya alternativa ofensiva pasa por adelantar a los laterales y convertirlo por momentos en un 3-5-2. Dos centrales y un líbero se encargan del trabajo defensivo en el que están implicados los dos laterales de largo recorrido que cubren una abundante porción de terreno por las bandas. En el centro del campo, tres hombres refuerzan el agrupamiento atrás y la posibilidad de salida al contragolpe de los dos delanteros.

4-2-3-1:

Es un sistema utilizado en el fútbol moderno. Esta táctica consta de una defensa de cuatro con laterales encargados también de salir al ataque. En el medio, dos centrocampistas ejercen de tapón y canalizan (esto es lo más complicado en este sistema) el juego hacia los tres jugadores que gozan de una extraordinaria capacidad de llegada. Arriba, el delantero centro es el encargado de finalizar la labor colectiva.

4-3-2-1:

Sistema, con forma de pirámide, que consta de cuatro defensas en zona y tres centrocampistas de potencia física son el sostén de tres futbolistas, los del frente de ataque cuyo ingenio decide los partidos. Este sistema lo puso de moda la selección francesa cuando se proclamó campeona del mundo en 1998.

Atrás quedan ya otros sistemas como el 3-4-3 o incluso el 4-3-3 con tres delanteros natos de no hace muchos años.

Y por supuesto, mucho más atrás, aquel histórico 2-3-5:

Sistema piramidal, de origen suramericano, que fue una de las primeras variantes ofensivas del fútbol de nuestros abuelos. este sistema contaba con sólo dos defensas en labores de destrucción y el mediocentro organizaba todas las acciones ofensivas del equipo. Por sus pies pasaban todos los balones, y arriba esperaban su oportunidad nada más y nada menos que cinco delanteros, dos de ellos extremos pegados a los costados.

En una entrevista de Gregorio Manzano a SFC-Periódico, el entrenador del Sevilla FC manifiesta que le gusta jugar en rombo, pero que no renuncia a otras variantes:

"Lo que hay que hacer es aplicar los distintos sistemas y utilizarlos bien en cada momento".

Y reconozco que no puedo estar más de acuerdo con ese pensamiento.

Pienso que los sistemas no son buenos ni malos, sino que a los sistemas lo hacen buenos o malos los jugadores, y tenemos múltiples ejemplos para corroborar esto.

La selección española y el FC Barcelona, juegan como juegan porque tienen jugadores para jugar de esa manera, sería un tremendo error que por ejemplo Joaquín Caparros en el Athletic pretendiese jugar de esa manera.

¿Se imaginan ustedes los puntos que el Athletic de Caparros, o el Deportivo de Lotina, podrían llegar a sumar jugando con el mismo sistema utilizado por Guardiola en el FC Barcelona?.

Seguramente que muchos menos de lo que suman.

Considero un suicidio tratar de jugar con un rombo cuando no se disponen de jugadores para ello. Pero también considero un crimen futbolístico el jugar con sólo un delantero cuando se dispone de más puntas de calidad que atraviesan por un momento dulce de juego. Ejemplo, yo dispongo ahora de tres Perotis en el Sevilla y juegan los tres, eso está claro.

Cada cual tiene que saber usar la plantilla de la que dispone.

Pienso que el entrenador puede tener su idea de como concibe el fútbol, por supuesto que sí, pero el buen entrenador tiene que saber las cartas de las que dispone para tratar de sacarle el mejor rendimiento en cada momento de la temporada.

Creo que un entrenador no puede morir con un 4-4-2 ó un 4-2-3-1, etc. por mucho que le guste o crea en él.

Puede que durante la temporada sus delanteros estén bien para alinear a dos, a tres, a uno o a ninguno. Y lo mismo pasa con los extremos, con los mediocentros de corte defensivo u ofensivo, extremos, etc.

Repito, me encanta esa frase de Gregorio Manzano en el tema de los sistemas "hay que utilizarlos bien en cada momento".

Y claro está que para utilizarlos bien, primero hay que tenerlos ensayados y trabajados.

Porque sólo de esta manera, pueden ser posteriormente... aplicados en un terreno de juego.