¡Cantaremos todos unidos...!

Pongo rumbo hacia una nueva final, y será la séptima final que le vea a mi equipo.

Vaya tela como son las cosas ¿verdad criaturita?, tu que me decías una y otra vez, con la sorna que ahora no aceptas, y en repetidas ocasiones que si yo le había visto alguna vez jugar una final a mi equipo...

No, una no.

Ni tampoco dos, ni tres, ni cuatro, ni cuatro, ni cinco, ni seis...

Esta es, por el momento, la séptima final que le vea a mi equipo, digo por el momento porque en el mes de agosto podrían ser ya ocho.

Es decir, no sólo yo, sino mis hijos y mis sobrinos ya han disfrutado en su corta edad de más del doble de finales que las disputadas por otros equipos a lo largo de toda su historia.

Perdona, pero es que de memoria ando bastante sobrado. Y lo que para muchos sería algo extraordinario, y que ni en sueño ahora mismo lo podéis vivir, para nosotros los Sevillistas empieza a ser pura costumbre.

Una rutina de éxitos que se agolpan en Nervión, toda una auténtica borrachera de satisfacciones y alegrías.

Por eso "loCIENto" una vez más, y van...

Da igual las lesiones y el bache de juego y resultados por el que hemos tenido que pasar en la temporada... Ahí estamos.

Da igual las bajas, las Negredadas, las adversidades... y hasta que la Federación decidiese jugárnosla y llevarse la final al quinto pino. Porque allí estaremos.

Da igual absolutamente todo, los equipos grandes son GRANDES por las ocasiones en las que nunca se han rendido ante los inconvenientes, y de esto en el Sevilla FC sabemos un rato.

Las lenguas antiguas tenían razón: "dicen que nunca se rinde, y el arte de su fútbol no tiene rival..."

Por eso una gran marea de Sevillistas ponemos rumbo a Barcelona, porque queremos ver como el mejor equipo de todo el sur de España levanta su décimo título, y se proclama por quinta vez Campeón de España.

Estos de la fotografía están muy orgullosos de los que son, pero los padres de ellos os aseguro que están más orgullosos todavía, porque estos últimos sí que valoran lo que significa el poder acudir a una final, y a otra, y a otra...

Todos unidos por un mismo sentimiento y con la vista puesta en volver a ser CAMPEONES.

Pongo rumbo para viajar a Barcelona con otros 32.000 Sevillistas que nos importa un bledo los kilómetros, y que hemos tenido que hacer encajes de bolillos con los ahorros y el trabajo para atravesarnos España de una punta a la otra en días laborables y así poder estar con nuestro equipo.

Ese equipo que jugará en Europa por séptimo año consecutivo.

Ese equipo que jugará la Champions por tercera vez en los últimos cuatro años.

Ese equipo que más gloria le ha dado a la ciudad de Sevilla.

El equipo decano de nuestra ciudad, el que pasea su nombre con orgullo por Europa, por lo más alto de España... y por todas estas finales que no sólo disputa, sino que gana.

Pongo rumbo a Barcelona, porque un nuevo título nos espera al Sevillismo.

Sí, tendré la gran suerte de estar allí viviendo otra final de mi equipo, pero no me olvidaré ni un sólo instante del tercer anillo de Nervión.

Porque gracias a esos Sevillistas del tercer anillo, nosotros hoy somos lo que somos.

Gracias a ellos tenemos la suerte de disfrutar del sentimiento mas lindo que existe en el mundo: SER SEVILLISTA.

Y nosotros, que somos la semilla de esos del tercer anillo, no nos podemos ni imaginar lo que tienen formado allí arriba tras comprobar como les ha salido la cosecha...

Viajamos a Barcelona con toda la ilusión del mundo y dispuestos a dejarnos la garganta en el Nou Camp, pero también son muchos los Sevillistas que empujarán al Sevilla FC con todas sus fuerzas a través de la televisión. Porque...

Cantaremos todos unidos,

alzaremos fuerte la voz.

para que vuelva a sonar aquello de:

¡¡¡Ooooeeeeeee, Sevilla ooeeeeee... !!!